Gracias Isabelle, tu masaje me ayudó verdaderamente a posarme, soltarme, sentí que me tocaba profundamente. Senti mas particularmente una abertura en la espalda como si mi espalda podía dilatarse, y que por fin tenia espacio entre las costillas. Al nivel de los tobillos, sentía como si se instalaba una fluidez. La noche tuve la impresión de tener agujetas por todo el cuerpo y en la mañana mi cuerpo había tomado otra postura y mi mal de espalda desapareció. Momentos privilegiados a instaurar periódicamente... para sentirse bien en su piel.
A mi compañero tambien le hicieron un masaje y estuve tocada de verlo relajarse, soltarse, observar cómo reaccionaba su cuerpo.Verlo me tranquilizó a mi también, como si este tiempo previo a mi masaje me permitió estar en otra calidad de esencia con mas presencia y profundidad. Al final de la sesión a dos, pasamos una velada deliciosa, muy unidos por lo que nos toco.
Joanne