Viví un momento extraordinario, y aunque mi cuerpo estaba en sufrimiento justo antes, progresivamente me fui sintiendo mejor. Sentí un alivio a medida que las manos se deslizaban sobre mi yo.
Una sensación de libertad, el tiempo pasaba y entonces descubrí mi circulación. Como barreras microscópicas dentro de mis venas se hubieran levado unas después de las otras.
Me reaparecieron unas ganas, unas ganas de ciertas comidas que habían desaparecido después de mi ultimo embarazo.
Volvi a casa serena y tranquiila y es entonces que me dormi, hacía semanas que no dormía tanto y tan bien.
Del fondo de mi corazón, gracias a Isabelle por ese momento maravilloso, espero sinceramente que puedas hacerlo descubrir a mucho mas gente porque es simplemente excepcional.
Morgane